Una apuesta por las mujeres en el barismo.
El aumento de la participación femenina en los campeonatos de barismo ha dado lugar a historias inspiradoras de mujeres que han logrado romper barreras y establecer nuevos estándares en la competencia. Un ejemplo destacado es el de Agnieszka Rojewska, quien en 2018 se convirtió en la primera mujer en ganar el Campeonato Mundial de Barismo, una hazaña que marcó un hito en la historia del certamen y que ha servido de inspiración para muchas otras mujeres en el campo.
Rojewska no solo demostró su habilidad técnica y creatividad en la preparación del café, sino que también envió un poderoso mensaje sobre la importancia de la representación femenina en el barismo. Su victoria ha motivado a más mujeres a participar en competencias y ha contribuido a abrir el camino para una mayor equidad de género en el sector.
Black Drop Coffee, con la firme creencia de que el café es un agente de cambio, este año tuvo la iniciativa de apostar por dos talentosas baristas: Dynalba Mora e Isidora Cornejo quienes participaron en el Campeonato Nacional de Baristas y Campeonato Nacional de Filtrados 2024, respectivamente, organizados por la Expo Café Chile 2024.
Un vistazo general a la realidad de las mujeres en la industria del café.
Según un estudio realizado por la International Coffee Organization, “entre el 20% y el 30% de las fincas cafeteras están a cargo de mujeres y las mujeres representan hasta el 70% de la mano de obra en la producción de café, según las distintas regiones.” Sin embargo, a pesar de su contribución fundamental, a menudo enfrentan desigualdades significativas en términos de acceso a recursos, capacitación y oportunidades de liderazgo. Esta disparidad se traduce en una menor productividad y en la perpetuación de ciclos de pobreza en las comunidades rurales.
En el eslabón del barismo, la participación femenina se ha ido abriendo camino con el paso de los años. Cada vez más mujeres baristas están asumiendo un papel protagónico en los campeonatos, compitiendo en igualdad de condiciones y demostrando que el talento no tiene género. Este tipo de apuestas van más allá de obtener un premio, una medalla o un espacio en un podio, el impacto es mucho mayor, ya que se busca mejorar las condiciones laborales, proporcionar acceso a financiamiento y ofrecer formación especializada para que las mujeres puedan asumir roles de liderazgo.
En este artículo conversamos con Dynalba e Isidora, para conocer sus historias inspiradoras tras haber alcanzado el éxito en estas competiciones, así como los desafíos que aún persisten en la búsqueda de una verdadera igualdad en este apasionante mundo.
Cuéntanos quién es Dynalba Mora y de dónde viene el interés o pasión por el café.
Yo soy Dynalba, soy venezolana y hace 7 años estuve motivada por aprender un oficio que me permitiera surgir en nuevos horizontes. El café captó mi atención por el arte que esconde el preparar una taza. Mi fascinación fue al descubrir que este mundo que me ofrecía posibilidades de aprendizaje en sus distintas áreas quise llevarlo a un nivel profesional, así que en el 2018 cuando llegué a Chile busqué la manera para trabajar detrás de una barra. Actualmente, mi preparación favorita de café son los filtrados, especialmente el Origami o el Aeropress.
Mi inspiración para competir nació desde que en 2022 tuve la oportunidad de ver a una mujer en el escenario dejando en alto por segunda vez la bandera femenina en una final de baristas. Pude observar y contagiarme de una energía, elegancia y aporte desde su profesionalismo y personalidad. Desde ahí me motivé a seguir por ese camino.
¿Cómo fue este proceso de preparación para el campeonato y qué sensaciones tienes tras haber obtenido el segundo lugar en el Campeonato Nacional de Baristas?
Desde un inicio trabajé en la idea de desarrollar una rutina con propósito, que fuese un aporte para otros baristas, que surgiera de las preguntas genuinas que, como baristas, nos hacemos permanentemente y que surgen entre conversaciones de café para aprender uno de los otros. Es así que desarrollé mi concepto con base en la innovación de las herramientas y en la adaptación a variables y técnicas.
Tuve la oportunidad de desarrollar esta propuesta con el apoyo de Black Drop Coffee, a través de su equipo, en especial de Pedro Ricardo, bicampeón nacional de baristas de Chile. Planteé mi propuesta y nos pusimos manos a la obra para elegir un café óptimo para cumplir con los items de evaluación y asegurarnos de obtener desde lo sensorial una buena puntuación.
Planteamos todas las ideas, la valiosa experiencia de Pedro Ricardo nos permitió evaluar el desempeño de años anteriores y trabajar en no repetir errores y tener una rutina sólida. Nos aseguramos de tener un espacio cómodo para entrenar que cumpliera con las expectativas del escenario real de competencia, planificamos las actividades semanales y diarias para cumplir con todo y tener un orden.
Lo que vino después fue entrenar intensamente con constancia, resolver muchos problemas que no son ajenos a una competencia y aprender mucho uno del otro como equipo y baristas.
Competir siempre será un cúmulo de sensaciones, pero este año pude sentir mi crecimiento en el rubro al obtener el apoyo de una empresa que creyó en mi trabajo y mi interés por la participación en la competencia. Creo que la sensación más bonita ha sido verme avanzar, cometer errores para corregirlos en el futuro y vivir la experiencia de enfrentarme a quienes tienen un nivel de conocimiento más alto e incluso también aprender de sus errores. Por otra parte, me motiva ver cómo la industria se ha forjado y se crean instancias para quienes queremos seguir desarrollando el barismo como una profesión.
¿Cuáles fueron los 3 retos principales a los que te enfrentaste?
El primero fue desarrollar una rutina que me conecte conmigo misma, yo buscaba que mi exposición transmita un mensaje y al mismo tiempo cumpla con el formato del reglamento.
Sin duda, otro reto fue tener la capacidad de corregir con exactitud y consistencia el workflow técnico. Esta fue una tarea de mucha práctica, un trabajo de mucha memoria y atención a los detalles, para evitar perder puntos en la hoja de evaluación.
Por último y demasiado importante, ser objetiva con las decisiones al momento de elaborar las bebidas, el trabajo sensorial y de estructura. El lograr tener un equilibrio en cuerpo, mente y emociones para poder realizar una exposición que cumpla con el reglamento y se ajuste a los 15 minutos de competencia, fue realmente desafiante para mí.
¿Qué mensaje le dejarías a otras mujeres que están o no en el mundo del café, con respecto a las competencias?
Primero les expresaría a todas que las admiro mucho, son quienes en este momento están dejando una huella con reconocimientos increíbles en Chile. Mi mensaje a quienes aún no se han atrevido a competir es que tomen la iniciativa de participar en competencias no oficiales para entrar en el ambiente que nos libera inseguridades y nervios. Muchas veces creemos no estar listas para estos desafíos pero si nos convertimos en una mayoría, con el potencial, habilidades y creatividad que tenemos vamos a contribuir, ganaremos competencias e impulsaremos una industria con más presencia femenina.
El proceso de prepararse y participar es muy enriquecedor, cada día, en cada entrenamiento, se aprende algo nuevo, se descubren nuevas aristas. Sin embargo, quisiera destacar 3 grandes enseñanzas:
- La disciplina es fundamental. Conlleva a la constancia y a la mejora permanente. Sin disciplina no hay control de los tiempos, no hay orden ni planificación.
- Ser muy meticulosa con las estrategias y detalles de las bebidas, así como las descripciones que se realizan a los jueces. Trabajar siempre con base en el reglamento pero añadiendo siempre la personalidad propia como experiencia hacia los jueces.
- Por último, tras la competencia queda un abanico de cosas que aprender, luego del campeonato entras en una etapa de reflexión sobre la experiencia, pensar en qué me motiva volver a competir, qué errores tuve, y lo mejor de todo es enfrentarse a esos desafíos para seguir creciendo como barista y competidora.
Es el turno de Isidora Cornejo, queremos conocer su experiencia como barista y como competidora en el Campeonato Nacional de Filtrados, donde obtuvo el 3er lugar.
Me llamo Isidora, a los 17 años, en 2019, entré a trabajar a una pastelería. Mi interés y pasión por el café surgió en los tiempos libres, cuando tenía la oportunidad de observar cómo mi jefa preparaba cafés en la máquina de espresso. Me llamó mucho la atención el hecho de que era un mundo muchísimo más complejo de lo que me imaginaba. Así, durante los 2 años siguientes estudié de manera autodidacta, me compré cafeteras, libros y accesorios. En el año 2022 me mudé a Santiago y comencé a adentrarme cada vez más en el mundo, asistiendo como voluntaria a actividades, yendo a catas, o trabajando en eventos
Me siento cautivada por los filtrados, me parece realmente mágico como "un simple café" puede expresar tanto, hablar tanto por sí solo, para mi los filtrados demuestran la simpleza y complejidad de un grano en una sola taza.
¿De tu experiencia, cómo sientes el rol de las mujeres en el mundo del café y en especial, en las competencias?
Creo que cada vez somos más en este rubro y sobre todo en las competencias, me pone muy contenta saber que cada vez la brecha se acorta más y me gustaría que siga por este camino. Siento que mucho está en nuestras manos, en dar el paso.
El éxito en las competencias es tan alcanzable para mujeres como para hombres y creo fielmente que haber sido la primera mujer en conseguir un podio en filtrados demuestra esto, me siento feliz y muy orgullosa de dar este paso para que muchas más mujeres se atrevan de aquí en adelante.
Yo me siento muy contenta por la experiencia de participar en el campeonato, fue muy valioso todo lo que aprendí en el proceso, pero sobre todo destaco a la gente que logré conocer en este camino. Es fundamental que las empresas y las personas crean y apuesten por nosotras, las mujeres. Me siento profundamente agradecida con quienes creyeron en mí y que formaron parte de una u otra manera, de este proceso. Este apoyo es fundamental, me quedan muchas ganas de seguir mejorando, compitiendo y demostrando de lo que soy capaz.
Creo que hay que atreverse, personalmente me encantan los desafíos y para mí el momento revelación fue la primera vez que vi una competencia de café. Me llamó la atención que había muy pocas mujeres, y me visualicé que en un futuro quería estar en ese escenario.
Creo que las mujeres le podemos dar una vuelta muy linda a las competencias y somos capaces de demostrar que las mujeres somos igual o más capaces de lograr cosas. Sé que puede dar mucho miedo el escenario, pero es importante marcar presencia en el rubro.
Cuéntanos un poco de la preparación para este campeonato, los principales retos y enseñanzas que tuviste.
Desde el minuto uno en que se me presentó la oportunidad supe que sería un gran desafío y fue complejo. Estábamos con el tiempo en contra para preparar la rutina. Esto significó dejar absolutamente todo de lado, yo tenía mi objetivo más que claro, así que pasamos horas y horas y horas en el laboratorio investigando, haciendo pruebas, probando lo que se nos ocurriera para crear una rutina que expresara quien soy, mi amor por el café, y que a la vez fuera algo distinto, algo nuevo.
Justamente, uno de los principales retos fue la presión y el tiempo, esto lo volvió todo más difícil. Partimos desde un principio con muy poco tiempo para la preparación en comparación con el resto de los competidores, lo que significó poner el 200% del tiempo, ganas y disposición.
Tenía en contra también mi inexperiencia en competencias. Al ser mi primera participación estaba bastante nerviosa frente a otros baristas que a lo mejor llevan años compitiendo y conocen a la perfección los formatos de competencia. Sin embargo, creo que todo salió bastante bonito y lo dejamos todo con el equipo de trabajo.
Animo a otras mujeres baristas a dar el paso en las competencias, como mujeres que tenemos el potencial para a ver más allá, de prestar atención a cada detalle y buscar la perfección hasta de los gestos más "simples", tanto en la presentación en escenario como en cada etapa de la elaboracion del cafe, resguardando cada movimiento, atenta al resultado en taza, y a la experiencia de los jueces de la Expo Café..
Otra de las evidentes enseñanzas es todo lo que aprendí acerca del café en el origen: nuevos procesos, así como toda la innovación del rubro para lograr una rutina original, y a la vanguardia, en sintonía con lo que se estaba haciendo en otras partes del mundo.
Y por último, aprendí a soltarme y ser yo. Visto desde el lado de que me considero una persona un poco más introvertida, aprendí que enfrentarme a ese público y jurado,no era algo terrible y la verdad es que el día de la competencia, disfruté cada segundo en el escenario y luego, subida en el podio.
A manera de conclusión.
Más allá de ser una simple bebida, el café se está convirtiendo en un símbolo de agente de cambio. Así lo concebimos desde Black Drop Coffee,a medida que la industria del café continúa evolucionando, es esencial seguir apoyando a las mujeres y garantizar que tengan las herramientas necesarias para prosperar. Al hacerlo, no solo se promueve la justicia social, sino que también se fortalece un sector clave para la economía mundial, asegurando un futuro más equitativo y sostenible para todos.
La participación de las mujeres en los campeonatos de barismo no solo está cambiando el rostro de estas competencias, sino que también está ayudando a redefinir la industria del café en su conjunto. A medida que más mujeres se destacan en estos escenarios, se envía un mensaje claro: el talento, la pasión y la habilidad no conocen de géneros. El futuro del café es diverso, y las mujeres baristas no son ajenas a esta transformación, demostrando que, con apoyo y oportunidades, pueden alcanzar el éxito y contribuir significativamente al desarrollo de la industria.
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